Un día de respiro nace de la necesidad de brindar un momento de descanso dirigido a madres, padres y/o cuidadores de niños/as afectados/as por el cáncer y enfermedades raras. Para ello, acuden a diferentes espacios con la psicóloga, quien brinda un enfoque terapéutico, con el fin de que se generen momentos de desconexión de la rutina y se compartan experiencias sobre el proceso que viven.