El proyecto acerca la música a los niños ingresados en hospitales y en las unidades de cuidados intensivos pediátricos permitiendo a los pequeños y sus familias distraerse y evadirse por unos momentos de sus tratamientos. Para atraer la atención de los niños, los músicos van vestidos de personajes de cuentos, dibujos animados, películas infantiles, etc, contribuyendo a ser una válvula de escape para los más pequeños.