La pandemia ocasionada por la COVID-19 ha despertado un mayor interés en los pacientes sobre la importancia de fabricar los medicamentos en Europa. Según el estudio Manufacturing Resilience, elaborado por TEVA, al 78% de los pacientes españoles le gustaría saber dónde se fabrican sus medicamentos, dado que la crisis sanitaria ha puesto de manifiesto la debilidad europea ante la gran concentración de producción de medicamentos esenciales en el extranjero.
En concreto, este estudio interrogó a 3.000 pacientes mayores de 25 años procedentes de Francia, Alemania, Países Bajos, España, Croacia y República Checa. Todos los participantes son pacientes crónicos con una o más patologías, como enfermedad de Alzheimer, artritis, asma, cáncer, enfermedades cardiovasculares, EPOC, depresión, diabetes, enfermedades cardíacas o migraña, que requieren medicación regular.
Los datos están extraídos, por tanto, de la opinión de personas que dependen de medicación habitual para enfermedades crónicas. A la gran mayoría de ellos, el 87%, les gustaría que el gobierno apoye las inversiones para asegurar las capacidades de fabricación de medicamentos nacional. Del mismo modo, el 81% de los pacientes cree que es importante saber que la fabricación de medicamentos en Europa es tan competitiva como en el resto del mundo.
Estas conclusiones apuntan a una creciente preocupación, a raíz de la pandemia, por tener garantizadas la seguridad y el acceso de medicamentos vitales. Sin embargo, los datos son alentadores puesto que el 70% de los encuestados cree que la industria farmacéutica en Europa está capacitada para garantizar la estabilidad y fiabilidad del suministro constante de medicamentos.
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