Encauzando tu carrera profesional si padeces Esclerosis Múltiple

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En 2018 tuve mi primera recaída en más de siete años. Sospechaba que iba a suceder; había estado trabajando en dos proyectos muy estresantes durante varios años, era voluntaria en dos organizaciones y trataba de mantener mi vida personal activa. Algo tenía que explotar en algún momento. Podía sentir cómo el estrés me absorbía, así que decidí reducir mis responsabilidades.

Empecé por renunciar a uno de mis trabajos – pero, la verdad, el proceso de descarga fue casi más estresante que el trabajo en sí. También me alejé de las dos organizaciones en las que trabajaba como voluntaria, pero aun así no sentía mejora en mi nivel de estrés. Había conservado uno de mis trabajos, un trabajo que me encantaba, pero era tan exigente que empezaba a pesarme.

Entonces llegó la recaída, tal y como lo había previsto.

Había estado viviendo prácticamente libre de síntomas durante siete años y había olvidado lo devastadora que puede ser una recaída (cosa que, francamente, agradezco). Cuando entré en la treintena, una recaída comenzó a ser más que la montaña rusa emocional que era cuando tenía veinte años. Ahora es algo que puede amenazar mi forma de vida.

Esa experiencia me hizo observar con microscopio toda mi vida. ¿Vale la pena el estrés que cargo a diario? ¿Gano algo de gran valor a cambio de estar tan estresada? Cuando me di cuenta de que la respuesta era un firme "no", empecé a mirar más allá de las cosas "extras" que estaba haciendo. Tuve que mirar al núcleo de lo que hacía y de quién era.

Si tu vida con Esclerosis Múltiple te ha llevado a un lugar donde estás empezando a cuestionarte su carrera, déjalo. No tengas miedo de repensarte todos los aspectos de tu carrera y cómo eso puede estar afectando su EM.

Creo que es importante señalar que no todo el mundo tiene la capacidad de cambiar de trabajo o de trabajar a tiempo parcial, y que hay que tomar decisiones muy importantes sobre el sustento de la familia. Estas son algunas de las preguntas que tuve que hacerme para encauzar mi carrera y sobrellevar mi EM, pero es posible que no sean aplicables a todo el mundo.

La situación de cada persona es única, así que usa las siguientes preguntas como punto de partida para tener conversaciones con tu equipo de atención médica y tu familia que te ayudarán a tomar la mejor decisión para tu situación.

¿Debo permanecer en mi posición actual?

Si la posición en la que te encuentras actualmente ya no funciona para ti, puede que sea el momento de empezar a pensar por qué. ¿Hay cosas que tu jefe podría hacer para hacerte el trabajo más fácil?

La Directiva Europea sobre Igualdad de Trato en el Empleo y la Ocupación requiere que todos los jefes ofrezcan adaptaciones razonables a los empleados con discapacidades para garantizar la igualdad de oportunidades dentro entorno laboral.

¿Es molesta la iluminación de tu espacio de trabajo? Puedes pedir que se cambie. ¿Tu escritorio está demasiado lejos de un baño? Puedes pedir que te muevan. Si tu dificultad se debe a cosas que podrían cambiar en tu entorno, habla con su gerente o departamento de Recursos Humanos para ver si te pueden ayudar.

Si lo que necesitas cambiar es menos tangible, y más acerca de cómo te sientes, considera:

  • ¿Qué es lo que te hace seguir en este trabajo?
  • ¿Cuáles son las consecuencias de marcharte?
  • ¿Sientes que serías más feliz/saludable si te fueras?

Cuando estaba en esta posición hice toneladas de listas de pros y contras, tuve conversaciones interminables sobre el tema con mi marido y me preocupé durante meses. Si miro hacia atrás, me doy cuenta de que si me hubiera hecho esas tres preguntas, habría tomado una decisión mucho antes.

¿Por qué me quedaba? Me encantaban mis compañeros de trabajo y los clientes a los que servía. También tenía una sensación de obligación hacia ellos. Si me iba me preocupaba no encontrar un nuevo trabajo, o pasar períodos de tiempo sin trabajo, y no sabía si eso afectaría mi autoestima. En el fondo sabía que sería mucho más feliz si dejaba mi trabajo, pero el miedo a lo desconocido me paralizaba en ese momento.

Finalmente, decidí que lo mejor para mí física, emocional y mentalmente era dejar ese trabajo.

¿Tendré que hablar de mi EM en un nuevo trabajo?

Las reglas sobre si estás obligado a hablar de tu EM pueden variar de un lugar a otro, pero la mayoría de las protecciones de discapacidad establecen que depende del empleado. Sin embargo, si quieres hacer uso de acomodaciones razonables, tendrás que hablar de ello con tu jefe.

Esto te pone un poco entre la espada y la pared. Mi filosofía personal siempre ha sido la de hablar de ello, y he aquí por qué: Si alguna vez necesito adaptaciones especiales, podré conseguirlas, y si mi jefe me discrimina por mi EM, ya no querré trabajar allí.

Sé que la búsqueda de trabajo puede ser increíblemente difícil y aceptar un nuevo trabajo puede dar mucho alivio, pero si el gerente no te apoya cuando recaes, es probable que no sea un lugar donde puedas tener éxito. Los que vivimos con EM sabemos que no es "si me enfermo de nuevo", sino "cuando me enfermo de nuevo", por lo que es importante estar en un entorno en el que te sientas seguro y apoyado.

Hablar de ello es una decisión muy personal, y depende totalmente de ti, pero en mi opinión, cuando lo estés considerando, recuerda pensar en el futuro y trata de anticiparte a tus necesidades, y luego piensa si este jefe puede satisfacer esas necesidades.

¿Qué pasa si mi cuerpo ya no puede soportar un trabajo a jornada completa?

Fue muy duro para mí cuando me di cuenta de que ya no podía soportar físicamente las exigencias de un trabajo a jornada completa.

Si estás en esta posición, trata de pensar en ello como si simplemente estuvieras comenzando un nuevo capítulo. Siento que vivimos con esta anticuada idea de que sólo el empleo a tiempo completo se considera exitoso y cualquier otra cosa significa que eres "menos que". Tuve que trabajar muy duro para volver a entrenar mi cerebro en esta idea porque sentía que mi valor como persona se reduciría si no trabajaba a tiempo completo.

Como cualquiera con EM, a menudo siento que tengo que trabajar más duro que mis compañeros sólo para demostrar que soy digno de un trabajo, así que aceptar un trabajo a media jornada demostraría que no era bueno en mi trabajo o que no lo merecía. Pero me equivocaba.

Trabajar a tiempo parcial puede ser más beneficioso para tu cuerpo, y al parecer los trabajadores a media jornada son más felices. Los Países Bajos son uno de los lugares más felices del mundo y más de la mitad de su población trabaja a tiempo parcial. ¿Coincidencia? Tal vez, pero me gusta pensar que no.

La esclerosis múltiple probablemente te ha hecho pensar en muchos aspectos de tu vida, así que ¿por qué incluir entre ellos el empleo?

¿Cómo sé cuándo es el momento de dejar de trabajar?

Sé lo difícil que es considerar esta decisión y lamento que tengas que hacerlo. No hay una manera fácil de tomar esta decisión porque hay muchos factores a considerar basados en tus circunstancias únicas, y es una decisión que puede impactar muchos otros aspectos de tu vida. No he tenido que tomar esta decisión, y no sé cómo la tomaría si lo hiciera.

Lo que sí sé es que, cuando me enfrento a una decisión difícil, hago lo mejor que puedo para no hacerlas por miedo y en su lugar me concentro en lo que en última instancia traerá la mayor felicidad a mi vida, aunque no parezca un camino claro.

Moraleja

Las decisiones relacionadas con la carrera profesional son difíciles, y hacer cambios importantes puede tener un impacto práctico y emocional en tu vida. Desafortunadamente, no hay una fórmula que funcione para todos. El mejor consejo que tengo basado en mis propias experiencias personales viviendo con EM es tomar decisiones pensando en ti (una idea que sé que es muy difícil para cualquier persona con una familia).

Estas decisiones son necesarias para mantenerte lo más saludable posible, y si estás poniendo a otra persona en primer lugar, es muy probable que sigas poniendo tu salud en segundo o tercer lugar. Primero ponte tu propia máscara de aire.

En mi opinión, es mejor tomar decisiones con la información que tienes ahora mismo, porque vivir la vida anticipándote constantemente a lo que puede suceder te priva de estar atento y buscar la felicidad al máximo. Tu salud, tu felicidad y tu percepción de ti mismo son importantes, así que no tengas miedo de tomar decisiones con eso en mente.

Autor: Jackie Zimmerman

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