Hace dos años tuve un infarto y descubrieron que era uno de esos casos “raros” de cardiopatía severa en una persona que se cuidaba. Pero soy una mujer luchadora y eso no me ha parado. Sigo adelante con mi vida, con mi trabajo y con mis hijos. Porque mi enfermedad es solo una cosa más dentro de mi vida y aprendo cada día a convivir con ella.